¡VIVE, Sé Feliz!

Nadie nos enseña a llorar, a sonreír y a pedir alimentos, es una de las primeras cosas que aprendemos, instintivamente lo hacemos. 

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Tampoco hay un manual, instructivo o una guía "paso a paso", más allá que la de la vida misma, que nos indique como ser feliz, o una brújula que nos direccione la ruta (ni con GPS) para encontrar el tan anhelado "Camino a la Felicidad".

Pienso que, cada uno de nosotros es quien va escribiendo su propio libro de la vida, en la medida que luchamos por alcanzar nuestros sueños. Cada quien decide con sus acciones, ser o no ser Feliz. Cabe preguntarse entonces, si hay alguien en este mundo que haya decidido no ser feliz. Si una persona se propone superar las barreras que la cotidianidad impone, tiene la mitad del recorrido ganado. Yo, por lo general, cada tropiezo trato de verlo como una enseñanza.

Ciertamente, hay días en los que no nos provoca levantarnos de la cama, momentos en los que la luz del sol pareciera que quema nuestros ojos, instantes en los que la brisa  nos acurruca los huesos y queremos envolvernos en la sábana y pensar en no pensar. ¡Vaya que resulta difícil es eso de poner la mente en blanco!. Y al decir esto, debo confesar que un suspiro se escapa de mi alma.

Quizás, estos son los momentos más idóneos para reflexionar, hacer un recuento de las cosas que hemos hecho por nosotros y por los demás. No está mal hacer cosas por lo demás, aunque nunca lo hayan pedido, siempre que lo hagas por bondad, por amor o por compasión, pero jamás por egocentrismo.

Y es que la Vida sólo hay que vivirla, llenarse de fuerzas para hacerle frente a lo que la humanidad tiene previsto para nosotros: amistades, sonrisas, alegrías, lágrimas, ira, infidelidades, robos, muerte, despedidas, riqueza, pobreza, salud, enfermedad, encuentros, sexo, matrimonio, divorcio, graduación, abandono. No alcanzarían las palabras para enunciar todo lo que podemos experimentar. El universo por sí mismo es complejo. Cada día nos despertamos, nos duchamos, nos vestimos, comemos, hablamos con el vecino, con el amigo, con el maestro, con la pareja, con el gato, el perro, el canario, el loro, hasta con las plantas hemos conversado alguna vez. Cada instante que hacemos algo o que nos ocurre una situación, es una demostración de que estamos vivos, que somos capaces de sentir, de oler, de mirar.

Entonces, ¡Dedícate a ser feliz!. Aún cuando sientas que nadie te ama, que la vida te da la espalda, y que todo te pasa a ti, ¡VIVE!, porque la vida es ahora y Tú haces tu propio destino.

Y por supuesto, ¡Sonríe!. Abraza a tu Madre, a tu Padre. Abrázate a ti mismo. Abraza al que está a tu Lado. ¡Abraza a la Vida!.

Mañana es HOY, quizás no haya una segunda oportunidad.

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